Porque no todos los lugares sirven. Hay sitios que invitan al despiste, a la distracción o al cansancio. Y hay otros que se convierten en verdaderos refugios donde fluyes, avanzas y hasta disfrutas del estudio.
Hoy te contamos cuáles son los 7 mejores sitios para estudiar si estás comenzando o retomando tus clases, y cómo encontrar el equilibrio perfecto entre rendimiento y comodidad.
Sí, lo sabemos: estudiar en casa (o en la habitación de tu residencia) parece lo más cómodo. Pero no todos los cuartos están pensados para concentrarse. ¿La clave? Tener un espacio diseñado para eso: buena luz, una silla cómoda, escritorio amplio, silencio.
En una residencia como KLEY, las habitaciones están pensadas para ayudarte a estudiar desde el primer día: escritorio propio, iluminación adecuada, WiFi de alta velocidad y, sobre todo, un entorno que te permite tener tu rutina sin interrupciones.
Consejo: crea una rutina de estudio en tu habitación. Siempre a la misma hora, con tu música instrumental favorita y con el móvil lejos.
Las bibliotecas nunca fallan. Son un clásico por una razón: el silencio absoluto, el ambiente de concentración colectiva, el acceso a materiales y, en muchos casos, los horarios amplios.
En ciudades como Barcelona o París, hay bibliotecas universitarias y municipales con zonas modernas, enchufes, WiFi gratuito y áreas de estudio individual o grupal. Y muchas de ellas están cerca de las residencias KLEY.
Truco KLEY: pregunta en recepción por las bibliotecas más cercanas y mejor valoradas por otros estudiantes. ¡Seguro que descubres joyas escondidas!
¿Sabías que muchas residencias cuentan con salas de estudio compartidas? En KLEY, estos espacios están diseñados para que puedas concentrarte sin estar encerrado en tu habitación, y con todo lo que necesitas: mesas amplias, buena iluminación, conexión rápida, y ese ambiente motivador de ver a otros estudiando contigo.
Ideal para cambiar de aires sin perder productividad.
Ventaja extra: si te atascas con un tema, puede que otro residente te eche una mano. Estudiar en comunidad también tiene beneficios inesperados.
Cada vez más estudiantes eligen ciertas cafeterías como su “oficina” temporal. ¿Por qué? Porque el murmullo de fondo puede ayudarte a concentrarte, porque cambia tu rutina y porque a veces una bebida caliente es el empujón que necesitas.
Busca cafeterías con:
Espacios amplios y luminosos
Buena conexión WiFi
Enchufes accesibles
Ambiente tranquilo (huye de las que tienen música fuerte o mucha rotación)
Idea: haz tu propia lista de “cafeterías para estudiar” en tu barrio y ve rotando según tu humor o el tipo de tarea que tengas.
Un parque con sombra, una terraza tranquila o un jardín urbano pueden convertirse en lugares geniales para repasar apuntes, leer o hacer esquemas.
En muchas residencias de estudiantes como KLEY, incluso encontrarás espacios exteriores habilitados para estudiar: terrazas con mesas, patios con WiFi o zonas verdes donde puedes desconectar del encierro sin dejar de ser productivo.
Atención: no todo vale. Elige zonas con poco ruido, sin distracciones visuales (¡cuidado con los parques llenos de niños!) y con respaldo en caso de viento o sol directo.
En algunas ciudades hay espacios de coworking pensados para estudiantes: abiertos, accesibles y con tarifas reducidas o gratuitas. Allí encontrarás un entorno profesional, ideal si te cuesta mantener el foco o si estás trabajando en proyectos más creativos o colaborativos.
Además, estos lugares suelen organizar talleres, eventos o actividades complementarias que enriquecen tu experiencia académica.
Dónde buscar: revisa las redes sociales de estudiantes locales, asociaciones universitarias o incluso en la recepción de tu residencia.
A veces, el mejor sitio para estudiar no está en ninguna lista. Puede ser una sala poco usada del campus, un rincón de tu residencia que nadie más aprovecha, o incluso una azotea tranquila con vistas.
Explora. Observa tu entorno con ojos de estudiante curioso. Haz de tu ciudad un mapa mental de lugares que te motivan a concentrarte.
Y no subestimes la importancia de variar: cambiar de sitio también renueva tu energía mental.
Evita estos errores típicos al buscar tu lugar ideal para estudiar:
- Estudiar en la cama (dormirás más que estudiarás)
- Elegir sitios con ruido constante (interrumpe tu concentración)
- No tener un plan B (el clima cambia, las cafeterías se llenan, etc.)
- Depender solo del campus (amplía tus opciones)
Lo que necesitas no es solo un sitio para abrir los apuntes. Necesitas un entorno donde puedas estar cómodo, concentrado, motivado y seguro. Por eso, vivir en una residencia como KLEY puede ser ese plus que marca la diferencia en tu rendimiento.
Desde salas de estudio hasta terrazas, desde tu habitación equipada hasta actividades que fomentan la organización y el equilibrio… KLEY está pensado para acompañarte en tu experiencia universitaria, también en tus momentos de estudio.
Consulta las residencias disponibles en tu ciudad y elige tu nuevo espacio para estudiar, vivir y disfrutar.
Tu regreso a clases empieza donde te sientes en casa.
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